Apego, la base de todo
Este artículo se desarrolla sobre la base de la necesidad de un apego seguro como fuente segura del control emocional adulto. Y para lograr este apego no son sólo necesarios los mimos de mamá, de papá, de la familia. La falta de este apego produce ansiedad, estrés, desconfianza, evasión e introversión, y un largo etcétera que provocará la infelicidad de nuestros niños en el futuro. Para lograr el apego seguro debemos ser conscientes de las necesidades de nuestros niños desde que son bebés. Que sepan que somos un apoyo constante para ellos, a través de la afectividad, disciplina, serenidad y otras tantas cualidades que no todos poseemos, pero que a la hora de educar a un niño debemos tener en cuenta.
Todo niño desde que nace necesita de unos cuidados físicos y emocionales que serán la base de un desarrollo adecuado, tanto a nivel emocional como cognitivo. No podemos pretender que un niño carente de estímulos positivos logre las conexiones neuronales adecuadas para aprender. Y como si de un círculo vicioso se tratara esto le impedirá realizar nuevas conexiones en donde el fin último de todo ello es la felicidad.
Tanto se ha hablado de la inteligencia emocional, de la manera en cómo en las escuelas se está poniendo en práctica. Pero no debemos olvidar, que la familia es el primer grupo social, el principio de cada ser humano y es allí donde debe comenzar todo. Antes incluso del nacimiento desarrollar lazos afectivos con el bebé es primordial para un nacimiento armónico y placentero y poco a poco a medida que va creciendo que sea capaz de establecer unos lazos seguros con su entorno que le permitan la exploración del mundo que le rodea con seguridad y confianza. En caso contrario, el miedo le impedirá ver todas las posibilidades que se le presentan, todos los estímulos con los que se tropieza.
Habitualmente comenzamos a darnos cuenta de la importancia de todo cuando comienzan la escuela y los maestros nos advierten que son niños que no se comunican adecuadamente, no se relacionan, es decir, no consiguen o parten de los principios que debe desarrollar en la etapa infantil, en cuanto a conocimiento de sí mismos, del entorno. Parten de una situación más complicada para desarrollar su autoconcepto, su autoestima y por consiguiente su autonomía.
Por ello, creo que todos aquellos que quieran ser padres deberían realizar un curso inicial de aprendizaje de las necesidades básicas de los niños en vías a un adecuado desarrollo. No sólo en lo referente a sus cuidados alimenticios, higiénico-sanitarios que tanto propugnan las revistas, los pediatras, los cursos de puericultura, etc. sino también ir más allá y adentrarse en el mundo psicológico del bebé. En como siente y padece y cómo hacer que siga su curso normal.
Os dejo un vídeo: ” La situación extraña” que sirve de detector del tipo de apego:
Saludos