Badges o cómo motivar el aprendizaje

badgesEl sistema de badges se está poniendo de moda en nuestra sociedad. Esto que se hacía, sobre todo en educación infantil a través del sistema de sellos o caritas alegres en los trabajos o manos de los niños, ha evolucionado con la tecnología al paso que la gamificación invade nuestras vidas. Si lo que queremos es que nuestros alumnos estén motivados hay que darles algo a cambio, y con ello nos referimos a estas pequeñas recompensas que favorecen su esfuerzo en vías a un logrado aprendizaje de una materia concreta. Puede parecer superficial que se necesiten estos pequeños gestos para conseguir algo, pero la realidad es que nuestros niños disponen de todo a un click de distancia y que lograr que se esfuercen para aprender algo que pueden conseguir tan fácilmente ha provocado que se busquen nuevas vías de motivación que aunque en un primer momento pueden resultar extrínsecas, enseguida veremos que se trata de auténtica motivación intrínseca, porque el esfuerzo reinvierte y retroalimenta más esfuerzo, desarrolla más habilidades y acaba convirtiéndose en un círculo que propicia excelentes aprendizajes.

Para empezar ¿Porqué son útiles las badges en el aula?

De entrada, y así de pronto, es una manera de reconocer el trabajo de nuestros alumnos y proporcionarles ese feedback que necesitan para sentir que han hecho bien las cosas. Estamos demasiado acostumbrados a que por el simple hecho de ir a clase deben hacer las tareas, estudiar, los deberes en casa, etc. sin nada a cambio y en verdad todo trabajo debe conllevar una recompensa y que sientan que su esfuerzo vale casi más que el hacerlo bien.

Por otro lado, es importante mencionar que el hecho de ganar badges alimenta una competitividad sana e incluso la colaboración y cooperación entre estudiantes cuando se forman grupos de trabajo. No es el hecho de ganar y aplastar al contrincante, es el hecho de que se reconoce que has trabajado más y eso llena de orgullo y satisfacción propiciando y generando nuevas ganas de aprender más.

Por tanto, las badges favorecen el cumplimiento de objetivos programados en el aula, se  comportan como evidencias (en este caso digitales) del aprendizaje de los contenidos delimitados con esos objetivos, esto, a su vez, propicia una innovación metodológica en las aulas, ya que los trabajos son presentados y difundidos públicamente y eso contribuye a motivar a los estudiantes, el badge pasa a ser el paso final tras el trabajo, es la guinda del pastel, y todos sabemos que lo rico es el pastel pero la guinda impresiona.

Del lado de los docentes, el hecho de identificar a cada alumno o grupo de alumnos, cuando se trabajan proyectos, con badges, facilita la evaluación de los mismos, señalando las debilidades y fortalezas que cada estudiante posee y sirviendo de feedback académico en vías a mejorar esos aprendizajes menos logrados o a continuar por el mismo camino en los conseguidos.

La manera de introducir las badges en el aula o en el centro educativo (pensemos en grande) es llevarlo a discusión en la junta de la comunidad educativa, ya que atañe a todos.  Para empezar deberían fijarse en función de los diferentes proyectos que se llevan en la escuela para hacer un diseño acorde al mismo. Si se trata de trabajos individuales también se puede crear la badge a tono con el tipo de trabajo que se realice. Dado que la badge contribuye a reconocer méritos, considero que debe ser digital para darle mayor difusión , aunque por ejemplo, en educación infantil se puede acompañar de una copia plastificada para que se lleven a casa a su tablón de trofeos. En ocasiones quizá conviene escoger alguna mochila digital que sea capaz de recopilar las diferentes badges que se logran en el curso o incluso, en el transcurso de la vida escolar de cada alumno, por ejemplo con Classbadges, Classdojo (más encaminado al comportamiento) o Mozilla Backpack.

Está claro que todo este sistema requiere de una correcta planificación, en función de cuando se van a otorgar las badges, si a través del proceso en las distintas fases de aprendizaje, como resultado con un producto final, dirigido únicamente a crear buenos hábitos de trabajo y esfuerzo dentro del aula o a seguir determinadas rutinas, etc. También se pueden utilizar diferentes niveles de badges, porque todos necesitan ser motivados, incluso los que tienen malos resultados académicos necesitan fortalecer su autoestima y ver que son capaces de conseguirlo. Por ello se pueden crear badges de conseguido o en proceso para este tipo de alumnado, que no se vayan con las manos vacías y con un sentimiento de fracaso, si no con el sentimiento de “la próxima vez lograremos la de siguiente nivel”.badge

El diseño no debe complicarse, simplemente podemos elegir unas plantillas comunes que encontramos por la red y la personalizamos a nuestro gusto. Debemos de fijarnos, principalmente en el tamaño de la imagen para poder incorporarlo a blogs, wikis, redes sociales,… Algunas herramientas que os pueden resultar útiles son: Web 2.0 Badges, Makebadge, Online Badge MakerImagefu, Saysit, o cualquier app de scrapbook, edición de imágenes, etc.

Por ejemplo, imaginad la badge que he creado para un concurso literario.

Y, para celebrarlo, programar, como si de una graduación se tratara, la entrega de badges, que resulte algo especial.

La aplicación de las badges en la escuela, cómo véis resulta muy sencilla y, sin duda, constituye un elemento más que motivador para el aprendizaje de nuestros alumnos.

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